El director-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el francés, Dominique Strauss-Kahn, intenta evitar que la relación que mantuvo con una empleada del organismo, Piroska Nagy, se convierta en un nuevo caso Wolfowitz. El pasado sábado trascendió que el FMI investigaba a su máximo dirigente por si en la relación se había producido algún tipo de abuso de poder o había favorecido a la funcionaria. Y ayer mismo envió una carta a los empleados del Fondo pidiendo perdón por el "incidente".
"Pido perdón y me arrepiento por este incidente", escribe Strauss-Kahn. "Este incidente", repite, "constituye un error por mi parte, por lo que asumo mi responsabilidad". En su defensa, añade: "Creo firmemente que no he abusado de mi posición".
"Quiero perdir perdón al miembro de la plantilla [en referencia a Piroska Nagy] implicado por mi error", prosigue, "Ella es una economista con talento. Reconozco y me arrepiento de las dificultades que esta situación le ha causado. También quiero pedir perdón a mi mujer y mi familia".
En su carta, el director-gerente del FMI reconoce que el consejo ejecutivo de la institución ha contratado un despacho de abogados externo para llevar adelante la investigación. Y afirma que espera que los trabajos concluyan antes de que acabe el mes.
La breve relación entre Strauss-Kahn y Nagy, alto cargo del departamento para África del FMI, comenzó a principios de año. En agosto, la funcionaria dejó el organismo para irse al Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo. La investigación, comenzada a petición del representante egipcio en el consejo ejecutivo, A. Shakour Shaalan, trata de averiguar, entre otras cosas, si la indemnización a Nagy al marcharse del FMI fue excesiva.
Sobre este "incidente", pesa la sombra del ex presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, que dimitió en 2007 de su cargo por favorecer a su novia, funcionaria de la institución.
En la carta que Strauss-Kahn ha remitido a los funcionarios del FMI, el director-gerente afirma que colabora con la investigación. Y pide a sus empleados que no se distraigan en "especulaciones y rumores" y se centren en la "actual crisis financiera".
Lo cierto es que el caso ha explotado en plena tormenta financiera, y cuando se aboga por la reforma del sistema financiero mundial. Ayer, Michel Camdessus, ex director-gerente del FMI, abogó en Madrid por una reforma "urgente" del organismo internacional, informa Cristina Delgado.
Desde que ha estallado el escándalo, Strauss-Kahn ha recogido bastantes apoyos en su país. En cambio ayer, la ministra de Economía francesa, Cristine Lagarde, evitó darle su apoyo expreso en declaraciones a la cadena de radio Europe 1. "Lo que espero es que, en este asunto, [Strauss-Kahn] conserve todo su talento y su reputación porque es indispensable que en el momento de la crisis financiera al frente del Fondo Monetario Internacional haya alguien fuerte, sólido y reconocido como él".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de octubre de 2008