El circuito japonés de Okayama fue ayer testigo de otra efeméride deportiva. Nunca antes un equipo español había ganado un campeonato del mundo oficial de la FIA. Pero Seat sumó ayer los puntos necesarios para adjudicarse matemáticamente el título de constructores del campeonato del mundo de Turismos, a falta de una carrera para la conclusión. Y lo hizo con un coche equipado con un motor diésel, lo cual le convierte también en pionero en un Mundial.
Seat, además, tiene asegurado el título de pilotos, puesto que el francés Yvan Muller y el italiano Gabriele Tarquini, ambos de la marca española, se lo disputarán en la última carrera, en Macao, el 16 de noviembre. Muller es líder con 95 puntos, nueve más que Tarquini. Ayer, la victoria en la primera carrera en Okayama fue para el sueco Rickard Rydell con un Seat Leon TDI. La segunda carrera la ganó el holandés Tom Coronel (Seat León).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de octubre de 2008