El Gobierno belga y el banco KBC llegaron ayer por la tarde a un acuerdo sobre el futuro de la entidad, que será ratificado hoy por los ministros, según la edición digital del diario Le Soir. El objetivo es contar con una decisión antes de la apertura de la Bolsa, ante los rumores de que KBC podía suspender su cotización.
El grupo belga, el único de peso que aún no había recibido ayuda pública, ha solicitado una intervención de 3.500 millones de euros, después de sufrir el viernes la caída más fuerte en Bolsa en 12 años.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de octubre de 2008