La penúltima entrega del Festival Sinsal, por este año, volvió a servir una porción de la delicatessen sonora habitual. Los paladares ávidos de productos selectos que acudieron el pasado sábado al concierto de The Necks, tuvieron oportunidad de asistir a la primera puesta en escena en Galicia de una banda con catorce discos a sus espaldas que confieren al grupo esa pátina de respetabilidad con la que pasean su combinado de jazz y ambient por los escenarios mundiales.
Su actuación para el Festival Sinsal discurrió por los que parecen ser los cauces más frecuentados por los australianos: una sesión de improvisación de una hora de duración y de lentas y escasas variaciones. Ese discurrir evolutivo hizo deseable, por momentos, mayor condensación temporal. Chris Abrahams al piano, Tony Bruck en la batería y el bajista Lloyd Swanton mostraron primero sus notas ensimismadas y suspendidas en el tiempo. Sobre estos pilares, levantaron una arquitectura instrumental de tensión y dramatismo con una potencia sonora digna de una orquesta sinfónica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de octubre de 2008