La delincuencia es cosa de hombres. Los datos sobre condenados en el año 2007, publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística, lo dejan claro: el 92% fueron varones frente a un 8% de mujeres. Las cifras referidas a menores de edad refleja números similares: el 85% de los infractores fueron hombres.
El Registro Central de Penados y Rebeldes y el de Responsabilidad Penal del Menor, de donde proceden los datos, muestra que el año pasado hubo 135.224 condenados por 172.518 delitos. La comunidad autónoma más segura -con menor número de delitos por habitante- es Castilla-La Mancha, y la más insegura, Baleares. Las islas, no obstante, quedan muy lejos de Ceuta y Melilla, cuyas tasas de condenas son muy superiores al resto del país, tanto las referidas a menores como en general. No obstante, en números brutos, la comunidad con más condenados es Andalucía, seguida de Cataluña (ver gráfico).
El 30% de los condenados fueron extranjeros. La proporción se reduce al 20% si se incluyen sólo los inmigrantes no comunitarios. Por continentes, los americanos se sitúan en cabeza (8,5% del total), seguidos de africanos (7,7%) y asiáticos (0,7%).
Por delitos, los más frecuentes son los relacionados con la seguridad vial (30,8%), seguidos de las lesiones (17,6%), los robos (11,7%) y los quebrantamientos de condena (5,1%).
Los datos no se pueden comparar con el de otros ejercicios, ya que es la primera vez que se realiza con la presente metodología, en la que únicamente se cuentan las sentencias firmes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de octubre de 2008