La recomendación que se incluía en el borrador de informe preliminar sobre el accidente del avión MD-82 de Spanair en el aropuerto de Barajas, en el que el pasado 20 de agosto fallecieron 154 personas, será una obligación para todos los operadores en diciembre: la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) emitió ayer una directiva en la que obliga a incluir en el chequeo previo a todos los vuelos de aviones similares al siniestrado la comprobación del sistema de alerta de configuración de despegue.
La directiva alude al accidente del 20 de agosto en Madrid y al de Detroit de 1987 que sufrió un avión de similares características: en ambos, los flaps (alerones que ayudan a sostener el avión en el despegue) no estaban correctamente configurados y el sistema de alerta no avisó de este fallo.
De la misma forma que hacía el borrador del informe preliminar de la Comisión de Investigación de Incidentes y Accidentes de Aviación Civil sobre el siniestro de Barajas, la directiva europea recoge la recomendación que hizo el fabricante, McDonnell-Douglas (luego adquirido por Boeing) tras el accidente de Detroit a los operadores: revisar que el sistema funciona correctamente antes de cada vuelo.
La EASA constata que algunos procedimientos de las compañías llevan a cabo esa recomendación "menos frecuentemente" de lo que se solicita en la instrucción operativa del fabricante. De hecho, Spanair obligaba en su manual de operación a comprobar la alarma sólo en el primer vuelo del día o cuando cambiaban ambos pilotos. Tras el accidente, Spanair (único operador de esos aviones en España) amplió por su cuenta el requisito a todos los vuelos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de octubre de 2008