El líder de los socialistas vascos y su candidato a lehendakari, Patxi López, se mostró ayer convencido de que en Euskadi se va a abrir pronto "un nuevo tiempo en la política" que "aparcará la bronca, la división y el conflicto permanentes" para "poner en valor el entendimiento y atender a los problemas reales de la ciudadanía". Con el pensamiento puesto en los comicios autonómicos de marzo, López volvió a defender la alternancia y el cambio tranquilo, basado en la "recuperación del pacto estatutario" frente a quienes, en alusión implícita a Ibarretxe, "quieren romper los acuerdos para avanzar hacia la independencia".
En una charla-coloquio organizada por la Universidad de Deusto en San Sebastián, el dirigente del PSE abogó por afrontar una reforma estatutaria en profundidad entre todos los partidos y someterla a referéndum tras su aprobación por el Parlamento y las Cortes. Y se ofreció a favorecer el "entendimiento entre diferentes", en contra de lo que a su juicio ha caracterizado al tripartito: "Sólo se han puesto de acuerdo en la consulta", dejando pendientes por falta de consenso asuntos como la ley de Vivienda, la ley Municipal, la reforma educativa o la falta de sintonía sobre la Y ferroviaria y el plan contra la crisis.
Jóvenes que cursan Comunicación y dejaron claras sus simpatías con la izquierda abertzale le criticaron por "negar al pueblo vasco" que tenga identidad propia. "En Euskadi hay dos millones de identidades. Yo quiero sumar identidades, no enfrentarlas, porque así surgen los conflictos", les replicó.
López pidió por anticipado a los organizadores del coloquio que éste finalizase a una hora que le permitiera asistir en Barakaldo a la eliminatoria de Copa que disputaron el Portugalete, de Tercera División, y el Valencia, líder de Primera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de octubre de 2008