China maravilló al mundo por su organización en los Juegos Olímpicos. Salvando las evidentes distancias, ése es el listón que la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) se ha propuesto franquear en el Mundial de 2014. En lo deportivo no hay duda. El baloncesto es potencialmente un deporte con tanta audiencia e impacto como los que más, tal como se demostró con motivo de la final olímpica entre Estados Unidos y España, una final que puede repetirse perfectamente en un Mundial. El presidente de la FIBA, el suizo Patrick Baumann, no admitirá candidaturas que no cuenten con un apoyo explícito y decidido de sus gobiernos porque exige un proyecto global con muchas connotaciones sociales y un pliego de condiciones similar al que impone el Comité Olímpico Internacional (COI). Esos son los pilares sobre los que se sustenta la candidatura española, avalada por el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, durante su presentación in situ a Baumann. La experiencia organizativa española está fuera de duda tras el éxito del Eurobasket celebrado en 2006 en Madrid, Sevilla, Alicante, Mallorca y Granada con una repercusión económica estimada de más de 23 millones de euros, una cobertura televisiva en 110 países y una audiencia de 900 millones de telespectadores. Estas cifras se multiplicarán en un Mundial en el que competirán 24 países.
Como rival de España para organizarlo se adivina China y también presentarán su candidatura son Francia, Italia y Dinamarca. "Para el baloncesto español es una ilusión tener aquí un Mundial, una competición que no se disputa en España desde 1986. Lo queremos porque hemos demostrado que somos un país de baloncesto y tenemos las infraestructuras necesarias. Podemos decir que si lo tuviéramos que organizar mañana lo podríamos hacer", aseguró el presidente de la FEB, José Luis Sáez. "Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Granada, Las Palmas, Bilbao y Zaragoza -las ciudades presentadas como sedes- conocen perfectamente la organización de campeonatos", recalcó Sáez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de octubre de 2008