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Análisis:EL ACENTO

Valencia inicia la revolución

El mundo está raro. El capitalismo más liberal pide la intervención del Estado para arreglar un asuntito que se le fue de las manos y, en España, la Comunidad Valenciana se convierte en la vanguardia revolucionaria en materia de educación. En estos tiempos es la derecha la que, en vez de defender el statu quo, ha decidido transformar el mundo. El Gobierno de Francisco Camps, del PP, ha recuperado el eslogan de Mayo del 68 que exigía "la imaginación al poder" y se ha lanzado, con audacia y arrojo, a sepultar los caducos convencionalismos pedagógicos y a poner en marcha un sistema de enseñanza tan heterodoxo que hace palidecer al más osado.

La fórmula es estrambótica. Para impartir la asignatura de Educación para la Ciudadanía, las autoridades valencianas han decidido contratar a dos profesores: uno de filosofía, que imparte los contenidos, y otro de inglés, que va traduciendo lo que el otro explica. Dicen que lo han hecho porque así expresan su oposición a la materia. Pero todos saben que eso es falso.

La Comunidad Valenciana pretende otra cosa muy distinta: dinamitar toda autoridad (y se saltan la ley con esa fórmula), cuestionar el sentido de la educación (nada de transmitir conocimientos: hacerlos ininteligibles) y cargarse esa antigualla de las notas (si todos sacan un cero, ¿qué sentido tiene cualquier clasificación?). A mi manera: My way. Así lo hacen, y seguramente su manera tiene más de la versión del clásico tal como lo tocaban los Sex Pistols que como lo cantaba Frank Sinatra.

Con el PP valenciano ha vuelto el punk, y mantiene intacta su furia iconoclasta. En la primera prueba que se ha hecho en tres institutos públicos de Alicante donde funciona este revolucionario sistema, el texto elegido para comentar era un cuento persa que trataba del ilusorio afán de conocer el mundo. Un rey encarga a los sabios de su corte que le escriban un resumen de la historia de la humanidad. Todas las versiones que le presentan (cada vez más cortas) le resultan demasiado largas. Al final, a punto de morir, aprende lo esencial: que los humanos nacen, sufren y mueren. "Humans are born, suffer and die" es lo que los jóvenes alumnos leen en la prueba. ¿Para qué quieren saber más?

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de octubre de 2008