"En Valencia, hasta la muerte tiene clases sociales", anota un visitante del Cementerio de Valencia al pasar frente a las tres coronas depositadas en las secciones civiles donde están enterrados en "fosas comunes" cientos de republicanos represaliados de Franco. ¿Rencor? "No, el rencor ni es inteligente, ni sirve para nada. El Gobierno se llevó a los nuestros y queremos que el Gobierno nos los devuelva", resumió ayer Pedro Alcorisa, alias Matías, el guerrillero, de 88 años, mientras le caen un par de lágrimas mejillas abajo.
Su padre fue detenido en 1947 al volver del trabajo en el campo, cuando entraba en el pueblo. "La familia no lo volvió a ver. Tenía 54 años", cuenta Pedro, al recordar "cómo han pasado 60 años hasta que Matías Alonso [el ex edil socialista que ha llevado la iniciativa de reunir a los familiares y recuperar los cuerpos] lo halló en una fosa de la 5ª sección". Ésa por la que nunca pasa la comitiva oficial del Ayuntamiento pero que, ayer, tuvo su "minuto de excepción" cuando la ex ministra y edil socialista Carmen Alborch se "desvió" para dejar un ramo en la tumba de Amparo Meliá, viuda de Pablo Iglesias, que está frente a la de Blasco Ibáñez.
Éste es el tercer homenaje que organiza la Fundaciò Societat i Progrés, del PSPV, y que, de ahora en adelante, se propone también "recuperar la memoria de tantos valencianos ilustres olvidados, como Nino Bravo", adelantó Alborch.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de noviembre de 2008