Verónica Manzur, 36 años, ha tropezado con el principal problema de esta crisis financiera: la falta de liquidez. Ella y su socio, Mario Crespo, de 35, quieren comenzar a vender a domicilio un aparato de limpieza doméstico, Rainbow. Pero cuando acuden a las oficinas bancarias a pedir un crédito, de momento, obtienen una respuesta: No.
"Es un negocio con futuro", afirma, "No me da miedo montar un negocio. Me da miedo que no me den el dinero porque si no puedo montar nada. Eso es lo único a lo que tengo miedo".
A Mario tampoco le cabe duda del éxito de su negocio. Confía en la necesidad de la gente de tener más ingresos en esta coyuntura para captar a más agentes que trabajen de comerciales en su tiempo libre y aumentar así su volumen de ventas.
Ya tienen una licencia de distribución de Rainbow, un fabricante estadounidense de aparatos de limpieza doméstica, en Madrid. Ahora necesitan 25.000 euros para ponerse en marcha. Con ese dinero tienen que comprar varios aparatos de Rainbow y pagar el alquiler del local, los muebles y todo el material de oficina.
Tras encontrarse con dos negativa en BBVA y Santander, Verónica confía ahora en los microcréditos de La Caixa. Espera un sí, y comenzar a vender aparatos este mes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de noviembre de 2008