Convergència volvió ayer a la carga en sus críticas contra la reunión que este mes mantendrá la dirección de Unió con el PSC. El número dos convergente, Felip Puig, advirtió a los democristianos de que no caigan en la estrategia socialista de querer dividir a CiU, aunque dijo entender que Unió quiera marcar "perfil propio" para no aparecer como "un apéndice" de CDC. Unió se sintió "molesta" con estas declaraciones y avisó de que no "tolerará" más "tutelas" de sus socios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de noviembre de 2008