Mientras la prensa nos informa con generosidad día sí, día también, sobre si España estará en la cumbre de Washington, sobre si la Bolsa sube o baja, o sobre la influencia de los activos tóxicos en nuestras vidas, no estaría de más recordar que en nuestro país la tasa de abandono educativo ha subido al 31%, a 21 puntos del 10% marcado como objetivo por la Unión Europea para 2010. El abandono educativo temprano es un indicador de la salud del sistema educativo, pero también de la cohesión social y del futuro de la economía real de un país. Sólo Portugal y Malta, según las estadísticas que ofrece la propia Unión Europea, están peor que España, y ambos amenazan con adelantarnos. Como ciudadano, me gustaría saber qué porcentaje anual de mejora fija la actual ley educativa para este indicador.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de noviembre de 2008