Aralar dejará para finales de este mes, con la celebración de una asamblea general, la decisión sobre una eventual alianza con Ezker Batua, que de momento parece poco probable. Como ocurre en el caso del PNV y EA, el partido que dirige Patxi Zabaleta no tiene claro que esa coalición vaya a resultar movilizadora.
Aralar ha reprochado a EB la escasa impronta de "izquierda transformadora" que ha dejado en sus ocho años de en el Gobierno. El último encontronazo entre ambos partidos tuvo por motivo un acto de EB en favor de una consulta sobre la central de Garoña, celebrado en paralelo al que respaldó la consulta del lehendakari el 25 de octubre. Aralar recordó a EB que desde el Gobierno no ha impulsado ningún proceso participativo.
Zabaleta ha dejado sentado su parecer contrario a que Aralar entre en el Ejecutivo autonómico, aunque tenga la posibilidad de hacerlo, según dijo en una reciente entrevista, mientras que la apuesta de EB es seguir en la alianza tripartita, si los resultados de las urnas dan para ello.
Ambas formaciones han mantenido contactos preliminares, pero ayer Zabaleta insistió en que la prioridad no es estar en el Ejecutivo que salga de las urnas, sino "influir y ser decisorio en las políticas" sectoriales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de noviembre de 2008