Alicante vivió su momento de máximo esplendor socioeconómico con el reinado de Alfonso el Magnánimo. La pasa, los frutos secos, el esparto y el vino se comercializaban desde el puerto de Alicante, único con muelle de piedra, puerta de entrada hacia Castilla de las más variadas mercancías atlánticas y mediterráneas. Fruto de ello fue el título de ciudad que se concedió en 1490. De todo ello trata la exposición Alacant, un port per un rei. Alfons el Magnànim entre dos mars que ayer se inauguró en la Lonja del Pescado de Alicante y que se podrá visitar hasta el 4 de enero próximo.
La exposición pretende rememorar la trascendencia que tuvo el puerto a finales de la Edad Media, durante el reinado de Alfonso el Magnánimo, que murió en 1458 en el Castillo Novo de Nápoles, hace ahora 550 años. La Generalitat ha querido rescatar la figura de este rey y recuperar la importancia que el puerto tuvo para la incipiente clase burguesa alicantina.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de noviembre de 2008