Los números que ayer esgrimió la consejera de Educación, Lucía Figar, al analizar las partidas que destinará a las universidades, en vez de tranquilizar a los rectores les ha causado "seria preocupación". Hoy está prevista una reunión de la Conferencia de Rectores de la Comunidad de Madrid (Cruma) para analizar el presupuesto de Educación y la postura común que adoptarán, según fuentes universitarias.
Figar analizó ayer las cuentas de su consejería para 2009, que recibe 4.835 millones de euros. Y se felicitó porque "en un contexto de austeridad" crecen un 1,3% respecto a 2008. "Estamos satisfechos, porque suben por quinto año consecutivo", afirmó. En términos reales no es cierto, porque el crecimiento no llega ni siquiera a la subida del índice de precios al consumo (IPC), el 4,2%.
Según la consejera, "garantizan el funcionamiento de las universidades", con 1.125 millones. De ellos, 960 millones, 20 más que el año pasado dijo, corresponden a los salarios de los profesores. Además, dedicará otros 78 millones a los complementos retributivos.
Fuentes universitarias aseguraron que no hay incremento, porque los 20 millones de más corresponden a partidas que recibían por otros conceptos y que se "reubican". Consideraron que en la práctica es una congelación salarial, pero que la consejería, en lugar de asumirlo, traslada a los rectores la responsabilidad de congelar los sueldos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de noviembre de 2008