La sede de la primera edición de Creactiva, un encuentro montado en Cádiz en torno a la industria cultural, bulle con energía. Los creadores, artistas y empresarios que se mueven en torno al evento lo hacen desorganizados en los diferentes escaparates, talleres y oficinas habilitadas en las bóvedas de Santa Elena. Hay en la organización ese pretendido carácter independiente y desordenado en torno a proyecciones audiovisuales, sesiones de fotografía, clases de costura, lecciones de dibujo o recetas de cocina. Los talentos se desperdigan por la feria.
La primera edición de Creactiva, que se celebra desde ayer y hasta mañana en las bóvedas de Santa Elena, ha elegido una decena de disciplinas que desarrollan la creatividad de sus autores. En el rincón de la fotografía, Tania Castellanos realiza fotos de los visitantes en poses sorprendentes. Junto a ella, numerosos ordenadores editan imágenes, y pantallas sobre la pared enseñan los primeros resultados. Al lado, cámaras de vídeo captan también escenas tomadas en los alrededores. Montajes audiovisuales del ambiente vivo de la feria.
"Queremos demostrar que la creatividad es una forma de hacer arte y de ganar dinero. Tarifa tiene el viento y Cádiz tiene la creatividad. Hay que aprovecharla", defiende una de las directoras de Creactiva, Oliva Acosta.
Fotógrafos, diseñadores gráficos y de moda, promotores turísticos, cocineros y realizadores se unen estos días en torno al mismo lugar. Unas bóvedas en las que los creadores, en medio de un general descontrol, han encontrado una excusa para reunirse, escucharse y hacerse escuchar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de noviembre de 2008