El Palau de les Arts de Valencia fue anoche el escenario de la presentación en España de Quantum of solace, la 22ª entrega de la saga de James Bond. Y si el agente 007 tiene licencia para matar, parece que un estreno así tiene licencia para dilapidar, dinero público en este caso, porque para que la alfombra roja se desplegara en Valencia las administraciones han pagado 100.000 de los 400.000 euros que costó la gala.
Unas 1.500 personas acudieron al acto. Daniel Craig, el actor inglés que encarna al agente secreto, y la chica Bond ucrania Olga Kurylenko centraron las miradas. Según Craig, el filme, que se estrenará en las salas españolas el día 21, tiene más dramatismo, menos sentido del humor, una estética más oscura y más soledad, mostrada como una fatalidad de la profesión del protagonista. Craig consideró "un error" que en entregas anteriores su personaje traspasara el límite dibujado por su creador, Ian Fleming, y tomara partido político, pues Bond no deja de ser "un asesino" amoral que está "fuera del mundo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de noviembre de 2008