La brigada de Extranjería de la Policía Nacional detuvo el martes en L'Olleria a cinco ciudadanos rumanos por detención ilegal. Los agentes irrumpieron en una vivienda de la localidad en la que habían secuestrado a 21 ciudadanos también rumanos en condiciones infrahumanas. Fue una de las víctimas la que dio el aviso. Escapó de sus captores y denunció a la policía los hechos.
Según los primeros datos de que dispone la policía nacional, los cinco detenidos mantenían secuestradas a personas que les debían dinero por haber venido a España, por residencia en pisos, o por no abonarles la parte acordada por cada día de trabajo. Los captores los encerraban, vigilando sus movimientos y sometiéndolos a chantaje con sus familiares y amenazándolos de muerte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de noviembre de 2008