Un inoportuno traspié estuvo a punto de hacer caer al ex presidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol, cuando se disponía a saludar al vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, en un salón del Hostal dos Reis Católicos, en Santiago. Quintana (a la izquierda) y Marta Ferrusola, esposa de Pujol (en el centro), evitaron la caída. El dirigente catalán pronunció ayer una conferencia en la que tachó de "infantil" la actitud del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero frente a la crisis.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de noviembre de 2008