Más de 3.000 personas estrenaron ayer la temporada de esquí en la estación de Masella, en el Pirineo de Girona, que por primera vez ha abierto sus puertas a principios de noviembre. El avance de temporada ha sido posible por las intensas nevadas de los últimos días. Masella abrió 14 de sus pistas, las situadas en la parte más alta de la montaña, donde se habían acumulado entre 30 y 60 centímetros de nieve. El resto de estaciones de Girona (La Molina, Valter 2000 y Guils Fontanera) también abrirán antes de lo habitual.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de noviembre de 2008