El propietario de una finca del municipio de Andújar (Jaén), F. C. M., de 56 años, ha sido imputado por su presunta implicación en la muerte de un lince ibérico el pasado mes de octubre. La Guardia Civil lo acusa de un delito contra la flora y la fauna por la colocación de cebos envenenados y jaulas trampa en la finca Dehesa del Pino. Los agentes han instruido diligencias por este comportamiento que, además de la muerte del ejemplar de la citada especie en peligro de extinción, causó también la de un zorro.
Las organizaciones Ecologistas en Acción y WWF/Adena anunciaron en días pasados su intención de personarse como acusación particular en el proceso penal abierto contra el presunto responsable de la muerte del lince, una decisión que tomaron tras constatarse que el animal (un macho adulto de cinco años), que había sido encontrado muerto dos semanas antes, murió envenenado al ingerir una sustancia tóxica llamada aldicarb.
El lince fue hallado en las inmediaciones de un gallinero que había sido rodeado de cebos envenenados junto a una viña, en la carretera de La Alcaparrosa, en pleno parque natural de la Sierra de Andújar, una de las zonas de Andalucía con mayor presencia de esta especie.
Por otra parte, la buena tasa de reproducción del programa de cría en cautividad del lince ibérico, que este año ha logrado la cifra récord de 13 cachorros supervivientes, ha permitido llenar este otoño los centros de cría de El Acebuche (Doñana), La Olivilla (Jaén) y el zoológico de Jerez, informa Efe.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de noviembre de 2008