El fallo del micrófono del asiento del presidente de CiU, Artur Mas, le obligó a hablar desde el escaño del portavoz, Oriol Pujol. Con éste sentado en el sitio del presidente del grupo, Mas bromeó: "que nadie vea ningún movimiento sucesorio".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de noviembre de 2008