El Almería despertó a tiempo para sellar su pase en la Copa. Los andaluces traían un cómodo 1-2 de la ida en Vallecas, pero se vieron sorprendidos en su estadio por un desacomplejado Rayo Vallecano, que intentó la remontada desde el primer minuto. Los de Mel, superiores desde el inicio, acosaron de lo lindo. Míchel, a balón parado, y después Perera y Pachón, metieron miedo a una afición almeriense que sólo se tranquilizó cuando, tras el descanso, José Ortiz, de semivolea, adelantó a los de Arconada. El propio capitán almeriense, y después Corona, remacharon el 3-0 final en el marcador.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de noviembre de 2008