La guerra por el control del Partido Socialista francés (PS) aumentó ayer de intensidad, a sólo dos días del inicio del congreso que tendrá lugar en Reims este fin de semana. Ségolène Royal mantuvo la intriga anoche en la televisión francesa al evitar pronunciarse de forma explícita sobre si se presentará o no al puesto de primer secretario del PS. La ex candidata al Elíseo, derrotada hace 18 meses por Nicolas Sarkozy, apuntó incluso que la batalla decisiva puede producirse después del congreso. "Si el camino debe proseguir, no es un drama. Podemos esperar hasta el jueves 20, cuando tendrá lugar la votación [de los militantes para elegir primer secretario]".
Royal aseguró que esperará hasta que se presenten las candidaturas al cargo este sábado por la tarde. Mientras tanto, sigue esperando una respuesta de sus dos principales rivales: el alcalde de París, Bertrand Delanoë, y la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, con quienes aseguró haber mantenido contactos. La semana pasada, el voto de los militantes situó en primer lugar a Royal, con un apoyo de cerca del 30%, frente al 24,9% de Delanoë y el 24,4% de Aubry.
Tras el órdago que lanzó el martes, dejando que su entorno filtrara su voluntad de controlar el partido, Royal intenta cerrar el paso a una candidatura conjunta en su contra encabezada por Aubry.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de noviembre de 2008