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Reportaje:EN PORTADA

CONDENADOS A ENTENDERSE

Bárbara Goenaga y Unax Ugalde son dos de los rostros con más proyección del cine español. Arrancaron sus carreras juntos hace más de una década, y ahora repiten química en La buena nueva. Hablamos con ellos de profesiones frustradas, memoria histórica y la importancia de un pelo bien decolorado.

PARA actuar en La buena nueva, la pe¬lícula de Helena Tabernera sobre la relación entre un joven párroco y la maestra de un pueblo socialista en Navarra en pleno estallido de la Guerra Civil, Bárbara Goenaga (San Sebastián, 1983) y Unax Ugalde (Vitoria-Gasteiz, 1978) se han ahorrado los clásicos preámbulos entre actores. Ellos ya encontraron su química hace 12 años cuando, siendo adolescente él y casi una niña ella, hicieron de hermanos en la teleserie Condenadas a entenderse. Algo de profético tenía ese título. Hoy son dos de las caras con más proyección de nuestro cine y sus reflexiones en voz alta parecen seguir sonando al unísono.

EP3. ¿Por qué creéis que hay tal aluvión de películas sobre la Guerra Civil hoy?

Unax. Porque ha habido muchos miedos y prohibiciones. Para levantar un proyecto necesitas una subvención, y muchos no se han atrevido a sufragar estas películas. Hasta ahora se utilizaba la crítica encubierta, con humor, como en La vaquilla.

Bárbara. Hay miles de cosas por hablar. Una de ellas es lo que tuvo que ver la Iglesia y qué bando tomó en la Guerra Civil. Que lo tomó, de eso no cabe duda.

U. La película habla sobre la implicación de las dos Iglesias en la guerra, el posicionamiento de su jerarquía a favor del Alzamiento Nacional, en busca del poder, nombrándolo santa cruzada. Y la otra Iglesia, hoy día cercana a la teología de la liberación, a la cual pertenece mi personaje, Marino Ayerra, cercano a la calle, entregado a los necesitados.

EP3. ¿Os ha tocado este proyecto a un nivel personal más que otros?

U. Yo la verdad es que de la Guerra Civil no tenía mucho conocimiento. Las generaciones posteriores hemos olvidado. Y nuestros abuelos todavía tienen miedo.

B. No hablan. A mí me costó un montón que mi abuelo me contara con detalle su experiencia. Él perdió un hermano y nunca supo qué hicieron con su cuerpo.

EP3. ¿Creéis que esta película puede acercar el debate sobre la Ley de la Memoria Histórica a las nuevas generaciones?

U. Creo que para solucionar los problemas de hoy día es imprescindible mirar hacia atrás y solucionar los del pasado, por lo menos aclararlos. No es abrir heridas, como dicen. Es cerrarlas.

B. Y el silencio proviene de las dos partes: de la gente implicada, que no quiere sacarlo a la luz, y de los familiares, donde me incluyo, que han vivido eso con silencio y dolor.

EP3. ¿Rodar en el País Vasco, cerca de casa, ha sido un aliciente?

B. Para mí, sí, porque me quedé con mis padres, que viven en un pueblito que está a 20 minutos de Leitza, donde rodamos.

U. ¡Yo no tuve nada de eso! No libré ni un día. Me busqué una posadita muy pequeña en el monte donde, al acabar cada día de rodaje, vivía mi retiro espiritual.

B. Hombre, te pasabas el día con un equipo de 50 personas pendientes de ti [risas].

EP3. ¿A más papel, mayor la roulotte?

U. ¿Roulotte? [risas generales].

B. ¿Qué es eso?

U. Eso sólo existe en las pelis, pero no en los rodajes, ¡sino dentro de las pelis!

EP3. Rodáis vuestros próximos proyectos fuera, ¿qué podéis adelantarnos?

U. El mío se llama Bon appetit, y es una coproducción europea. Trata sobre cocina y relaciones humanas.

B. Yo estoy con un telefilme sobre el golpe de Estado del 23-F y cuando acabe me espera en Francia Le village des ombres, una película fantástica sobre unos jóvenes atrapados en un pueblo maldito, junto a Sara Forestier, una actriz que me encanta.

EP3. ¿Trabajar fuera se ha convertido en una solución para los actores españoles?

U. No es una solución, porque el porcentaje de españoles que curramos fuera es muy bajo. Yo lo llamaría una oportunidad.

B. Antes había una frontera por el idioma. Pero nuestra generación la ha roto. Quien más y quien menos habla inglés o francés. ¡Y había menos aviones! Parece una tontería, pero es verdad, era mucho más caro. Ahora hay una aproximación que es buena para todos.

EP3. ¿Y habéis logrado eludir el estereotipo latino?

B. A mí no me han llamado por latina, desde luego [risas]. Más bien creo que deben pensar que soy medio francesa.

U. Pues a mí, sí. Para El amor en los tiempos del cólera buscaban rasgos colombianos. Bueno, y un cierto parecido a Bardem. Y para Che, el argentino, también me cogieron por latino.

EP3. Coincidisteis por primera vez hace más de una década y trabajasteis juntos tres veces seguidas, en Condenadas a entenderse, Mi dulce y El grupo. ¿Recordáis vuestro primer encuentro?

U. Bárbara se acordará mejor que yo.

B. Yo te recordaba por una serie que hacías en ETB-2, Entre dos fuegos. Yo hacía otra en ETB-1, Goenkale. Me enteré de que el chico de la serie de ETB-2 se había ido a Madrid a trabajar. O sea, que sabía todos tus pasos. Pero del primer día exactamente no me acuerdo...

U. Hombre, yo sabía quién era ella, la había visto mucho más; porque ella lleva saliendo en la tele desde chiquitita. ¿Con qué edad empezaste?

B. Con nueve. ¡No! Con tres.

EP3. ¿Por qué empezaste tan pronto?

B. Porque me lo pasaba muy bien, y hacía lo que fuera por sacar buenas notas y que mis padres me dejaran seguir actuando. No quería ser ni famosa ni trabajar de mayor en esto, era otra historia.

EP3. ¿Y qué querías ser de mayor?

B. Veterinaria. Nada que ver.

U. Si tú supieras... En casa de sus padres tiene un zoológico.

B. Tengo una burra y todo.

EP3. Unax, ¿y tú cuándo empezaste?

U. Empecé en la tele, con 17 años.

B. Tenías el pelo rubio, rubio; me acabo de acordar [risas].

U. Sí, me rayé y me lo decoloré. Cuando haces estas cosas en el instituto es como que, de repente, molas más [risas]; son, digamos, agresivas. Luego me teñí de nuevo para Reinas. Y ya no lo he vuelto a hacer, porque si no se me va a caer el pelo.

EP3. ¿Y tenías claro que querías dedicarte a esto?

U. Lo mío es más raro. Yo repetí COU y quería estudiar Ciencias del Mar. Mis padres habían ahorrado y ahorrado para que me fuera a Las Palmas de Gran Canaria. Y el día antes de tomar la decisión definitiva, mis colegas me dijeron: "Que nos vamos a Londres a estudiar interpretación". Y yo dije: "¿Interpre-qué? Verás cuando se lo diga a mi padre, que está en la fábrica currando, va a flipar". Y efectivamente, cuando le dije: "Oye, que me voy a Inglaterra a ser actor", me respondió: "¿Actor? Vale, pero en Bilbao" [risas].

EP3. ¿Qué hacéis cuando no trabajáis?

B. Estoy enganchada al piragüismo y a la escalada.

U. Yo buceo. Normalmente, en el País Vasco. Pero también he buceado en Maldivas y México.

B. Si tienes carné y todo, ¿no?

U. Y de patrón de barco, también. Me saqué hace un año el PER. En cuatro meses chapando te lo sacas rápido.

B. ¡Qué guay! A mí me encantaría.

U. Pues yo tengo permiso para 12 metros. 12 metros, 12 personas. ¡Estáis todos invitados! Pero 12 millas, no os puedo llevar muy lejos [risas].

B. ¡La vuelta a la isla de Santa Clara! ¡A la bahía de Donosti! Yo tengo un bote con motorcito...

U. Pues yo tengo el carné, ya está.

B. ¡Ya tenemos plan para los fines de semana!

La buena nueva se estrena hoy en toda España.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de noviembre de 2008