Este es el lema de la IX Asamblea Federal de IU que comienza hoy en Rivas, municipio gobernado desde hace muchos años por Izquierda Unida. Ochocientos delegados y delegadas, en representación de cincuenta mil militantes, debatiremos y decidiremos democráticamente sobre la línea política y la composición de una nueva dirección, con un importante reto por delante: la refundación de la izquierda alternativa cuya expresión política desde 1986 es Izquierda Unida.
Una formación que ha aglutinado a lo mejor de la tradición obrera y de los nuevos movimientos sociales, en la que hemos trabajado juntos comunistas, socialistas, republicanos, ecologistas y feministas con el programa como elemento de unión. Una organización que sigue siendo absolutamente necesaria en estos tiempos de crisis económica y también ideológica, y que por tanto tenemos la obligación de renovar y refundar, haciéndola más ágil y operativa, perfeccionando la federalidad y acabando con una etapa de subalternidad y confrontación interna.
Izquierda Unida debe marcar un perfil propio para volver a ser el referente político de quienes no se conforman con gestionar el sistema, sino que buscan alternativas solventes y creíbles para construir una sociedad diferente.
Además, hemos de dar respuestas concretas a la crisis económica más grave del último medio siglo, de la que sufrimos sólo los primeros síntomas, y cuyo peso caerá como siempre sobre la clase trabajadora, con más paro, precariedad laboral y recortes sociales, a menos que seamos capaces de plantear alternativas acompañadas de movilización. De momento, la respuesta de los gobiernos ha sido destinar fondos públicos a unos bancos que siguen ganando miles de millones, mientras se citan en Washington para "refundar del capitalismo".
Izquierda Unida ha de dar muchas otras respuestas: respuestas a la crisis ecológica a través de planteamientos serios contra el cambio climático; respuestas a la regresión de los valores democráticos con una lucha firme por la igualdad de derechos de todos y todas, personas inmigrantes, homosexuales y colectivos marginados; respuestas al ultraconservadurismo de la jerarquía católica que sigue marcando demasiadas veces el paso al ejecutivo y al legislativo, en temas como la investigación con células madre, la interrupción voluntaria del embarazo o la aplicación de la eutanasia.
En el País Valenciano tenemos también la obligación de dar respuesta a los doscientos mil votantes que depositaron su confianza en el programa electoral y las candidaturas de Compromís, lideradas por Esquerra Unida del País Valencià. Los oportunistas de la política han pretendido silenciar nuestra voz con maniobras de aritmética parlamentaria contrarias a la representatividad política y a los principios éticos. No lo han conseguido ni lo conseguirán. Los tres diputados de Esquerra Unida en las Cortes Valencianas, así como el diputado provincial y cientos de concejales en pueblos y ciudades, seguiremos trabajando para combatir las políticas de derechas y plantear alternativas de izquierdas para afrontar los problemas reales de las personas, dando respuesta a la hegemonía de un PP que en nuestras tierras es sinónimo de corrupción, privatización y manipulación.
Se abre para nosotros un nuevo ciclo político. La clarificación del espacio parlamentario nos permitirá trabajar en positivo, presentando iniciativas y propuestas de los colectivos de base y las organizaciones sociales. La refundación de Izquierda Unida tendrá su continuación próximamente en la Asamblea de EUPV, en la que asumiremos la necesaria renovación de las personas y la adecuación de las estructuras organizativas para esta nueva etapa. Estamos dispuestos a cambiar lo que sea necesario pero manteniendo siempre nuestro compromiso con las luchas sociales y políticas del día a día y el objetivo de construir una sociedad más justa, libre e igualitaria.
Glòria Marcos i Martí es coordinadora de Esquerra Unida del País Valencià.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de noviembre de 2008