El líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, se encuentra aislado en una zona no identificada de la montañosa frontera entre Afganistán y Pakistán, centrado en su propia supervivencia y demasiado debilitado como para planificar un gran resurgir de la organización que lidera, acosada en los frentes afgano e iraquí. "Parece estar muy aislado de las operaciones del día a día de la red de la que está nominalmente a cargo", reveló ayer el director de la CIA, Michael Hayden, en una conferencia ante miembros del Consejo Atlántico de Estados Unidos.
Aun así, Al Qaeda resiste. Su centro de operaciones sigue estando en Pakistán, pero este grupo sunita se ha hecho fuerte en zonas como el Magreb, Somalia y Yemen, adonde han huido numerosos yihadistas desde el frente iraquí, donde la CIA contempla una posible "derrota estratégica" de Al Qaeda. El grupo terrorista ha aprovechado los últimos años para reforzarse en el norte de África, con el objetivo de incrementar sus ataques a Europa, dijo Hayden.
El director de la CIA considera que Al Qaeda está buscando forjar alianzas con pequeños grupos islamistas del norte de África para camuflarse, utilizar sus recursos y planificar ataques contra naciones europeas. Según dijo Hayden, desde que el grupo terrorista argelino Grupo Salafista por la Oración y el Combate se afilió a Al Qaeda, los ataques en el Magreb han aumentado en frecuencia y brutalidad.
La búsqueda de una nueva estructura de funcionamiento implica que el grupo sigue siendo un grave peligro para EE UU. "Si hay un ataque contra este país, tendrá las huellas de Al Qaeda", dijo Hayden.
La captura de Bin Laden sigue siendo la prioridad número uno de la CIA.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de noviembre de 2008