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CARTAS AL DIRECTOR

La ley del tabaco

Cerdanyola del Vallès, Barcelona

Nuestra ley reguladora del consumo de tabaco tiene limitaciones graves. Ocupa el lugar 15º en la Europa de los 27 debido a su baja protección de la salud. Es casi imposible encontrar un bar donde no se fume y los/las empleados de la hostelería están discriminados en su derecho a respirar un aire libre de las sustancias cancerígenas del tabaco. Los expertos en salud pública recomiendan reformar la ley, pero el Ministerio de Sanidad y Consumo tiene otra opinión, ya que, según noticias publicadas en prensa, dice posponer la reforma de la ley por razón de la crisis económica, argumentando que perjudicaría a la hostelería. ¡Ni las tabacaleras defenderían mejor el consumo de tabaco!

El ministerio debería avanzar, como en otros países de Europa, hacia la prohibición absoluta de fumar en lugares cerrados, situando a todos los establecimientos en igualdad de condiciones para competir. Con esta mejora de la ley también se conseguiría: 1) Disminuir el consumo e incentivar la superación de la adicción, mejorando la salud de la población y disminuyendo el gasto sanitario. 2) El dinero que dejaría de dedicarse al tabaco seguiría en el bolsillo de las familias, pudiéndolo destinar a la adquisición de bienes y servicios, ¡incluidos servicios hosteleros!, con lo que revertiría en la economía en general.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de noviembre de 2008