La guerra de Afganistán, en la que nuestros soldados mueren y quedan mutilados, es negada por el Gobierno, no así por otros países. Eso lleva implícito que el sueldo de nuestros soldados es muy inferior al que deberían cobrar, porque es una guerra. A diario nos atacan, da igual que estemos en Qala-e-Naw donde estamos con los Equipos de Reconstrucción (PRT), bonito nombre para engañar al pueblo español. También nos atacan en Camp Stone, donde adiestramos a afganos para la guerra, y en Herat, donde damos apoyo logístico a las tropas aliadas. Es mejor creernos lo que nos dice el Gobierno, que estamos en ayuda humanitaria, lo de los burkas y todo eso. Ataquemos a cientos de países donde no se cumplen los derechos humanos. No a Vietnam. No a Afganistán. No a la guerra: no a la mentira.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de noviembre de 2008