El polémico cese del secretario general de la Consellería de Cultura, Carlos Amoedo, llegó ayer a la Executiva del Bloque. Después de que la Unión do Povo Galego (UPG), formación hegemónica en el frente de partidos que es el BNG, pidiera cuentas en el último Consello Nacional celebrado el 7 de octubre, Ánxela Bugallo aclaró ayer a la dirección de su partido las razones que le llevaron a destituir al número dos de su departamento. Las explicaciones, según asistentes a la reunión, no fueron muy diferentes a las que Bugallo repitió hace semana y media a los medios de comunicación.
La conselleira afirmó que había considerado necesario remodelar su gabinete y aclaró que eso no supone en ningún caso minusvalorar el trabajo de Amoedo -un hombre próximo a Quintana- en Cultura. Pese a las críticas que en privado vertieron algunos dirigentes tras el repentino cese, la UPG renunció ayer a presentar batalla por la destitución.
Sólo su recién elegido secretario general, Francisco Rodríguez, recordó a Bugallo su obligación de cumplir los pactos del BNG. Fuentes de la UPG sostienen que la dirección del Bloque nunca respaldó una fundación con mayoría de capital privado para gestionar la Cidade da Cultura y que la Executiva tampoco fiscalizó, como es preceptivo, el nombramiento del sustituto de Amoedo, Xosé Carlos Sierra.
La conselleira indicó que no ha desatendido ningún acuerdo de la organización. Y ahí se acabó el debate interno, según señalaron fuentes de la Executiva. En él terció, sin embargo, el portavoz nacional y vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, en declaraciones públicas, tras la presentación de un proyecto de la Consellería de Vivenda, con el propósito de zanjar cualquier desavenencia.
El vicepresidente restó importancia a la fórmula elegida para gestionar el complejo del monte Gaiás. "Es un asunto que debemos cerrar, hay una acción del Gobierno que pretende poner en práctica un proyecto cultural que no había. Heredamos una construcción que carecía de contenidos y nos esforzamos por dárselos. Lo importante para el BNG es eso y todos los instrumentos que se pongan -fundaciones públicas, fundaciones privadas y el propio Gobierno- tienen que estar al servicio de la materialización de ese proyecto".
El propio vicepresidente, al conocer la intención de destituir a Amoedo, preguntó a la conselleira si consideraba imprescindible hacerlo cuando faltaban apenas dos meses para el fin de la legislatura. Entonces, como ayer, Bugallo, defendió la oportunidad de acometer una reestructuración de su equipo. El presidente Touriño explicó que se trataba de una pérdida de confianza. Amoedo no ha querido dar explicaciones sobre su destitución.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de noviembre de 2008