El Balcón de Rosales ha sufrido una decena de inspecciones, que le han acarreado 47 sanciones desde 2005. En este tiempo se han detectado carencias muy graves en materia de seguridad y en contra de la Ley de Espectáculos Públicos, sin que la Junta Municipal de Moncloa ni la Consejería de Interior hayan clausurado el local. La inspección que más irregularidades detectó se produjo el 12 de mayo de 2007.
Los agentes acudieron a la discoteca a las dos menos veinte de la madrugada de ese día y detectaron cinco infracciones muy graves. Entre ellas, el incumplimiento de las condiciones de seguridad: "Las salidas de emergencia no están señalizadas desde el interior del local, existiendo un total de tres, dos de las cuales dan acceso a unas escaleras metálicas sin iluminación y con una anchura inferior a la reglamentada. La tercera salida carece de puerta de pánico, batiendo las hojas hacia el interior del local, y en el exterior de la misma se disponen unas vallas, que dificultarían una salida masiva de público", señala el acta de inspección levantada por la Policía Municipal.
Había más deficiencias: se permitía el consumo de alcohol a menores de 18 años y se les dejaba entrar en el local con posterioridad a las diez y media de la noche. Tampoco se controlaba la venta de tabaco a menores y se ejercía una actividad distinta de la autorizada en la concesión administrativa (café-bar).
Por todo ello, el sargento jefe del turno de noche remitió el acta a la Junta de Moncloa y a la Comunidad de Madrid. Pedía el cese urgente de la actividad.
El mismo día de la inspección fueron denunciados los trabajadores de la discoteca Carlos V. R. y Roberto P. R. por dificultar la labor de la Policía Municipal y negarse a identificarse ante los agentes. El titular del Juzgado de Instrucción número 21 les condenó por una falta contra el orden público al pago de 80 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de noviembre de 2008