La sala de Derechos Humanos de la ONU, con la cúpula de Barceló / AFP
El arte de Barceló acalla las críticas
Treinta y cinco mil kilos de pintura suspendidos en el aire: agujeros, estalactitas, olas, colores maravillosos. Desde abajo, el punto de vista cambia a cada paso. El mar, una cueva, un mensaje de esperanza. La obra es tan grande que resulta inabarcable para la mirada. La gente estaba entre embrujada y entusiasmada.