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CARTAS AL DIRECTOR

El riesgo de crear

Parece ser que lo que más preocupa a la opinión pública de la cúpula realizada por Miquel Barceló en Ginebra es su coste. Pienso, en cambio, que el interés del último proyecto de Barceló, como lo fue en su día su intervención en la catedral de Mallorca o en sus inicios la cúpula en Mercat de les Flors en Barcelona, recae en la capacidad de Barceló en asumir proyectos de tal envergadura. Adentrarse con ellos en terrenos desconocidos con el riesgo que ello conlleva, a nivel técnico y conceptual. Barceló, en su madurez artística, sigue investigando reinventándose a sí mismo. Una actitud respetable por rehusar la seguridad y la certeza de la reiteración y aceptar lo desconocido convirtiéndolo en el motor para el cambio y la firme y persistente creatividad. Artistas como Goya, que pintó en su última época las Pinturas Negras en las paredes de la Quinta del Sordo, o Joan Miró, que incorporaba el fuego en sus pinturas cuando tenía más de 80 años, nada menos; son algunos ejemplos de creadores que dedicaron su vida al arte entendido como constante investigación. Por tanto, lo que a mí me preocupa de Miquel Barceló es que no pierda su capacidad creativa y que con sus riesgos no deje de sorprendernos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de noviembre de 2008