La roja concluyó su año mágico. La corona europea ha validado un estilo por todos alabado. Del Bosque ha heredado una fortuna, un grupo de grandes futbolistas con una misma concepción del juego. Anoche, en el equipo inicial estaban diez campeones de Europa. Riera era el extraño. Los problemas físicos de Torres y Güiza hicieron que Del Bosque optara por Villa como único punta. Él marcó, de penalti, el primer tanto. El segundo lo logró Torres, que salió luego.
Dos años sin derrotas, con 25 victorias en 28 partidos, avalan la continuidad en las formas y de los futbolistas que han asociado belleza y pragmatismo. Del Bosque ha continuado esa excelente racha: seis partidos, seis triunfos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de noviembre de 2008