Manuel J. V., de 50 años, se había convertido en el hombre más buscado de Mataró (Barcelona, 120.000 habitantes) después de quemar 177 contenedores en los últimos dos años. Los Mossos d'Esquadra han detenido ahora al pirómano, que ha arrasado el 70% de los puntos de reciclaje de papel y cartón de la ciudad y ha causado un daño de 180.000 euros a las arcas municipales.
Pillar in fraganti a Manuel e identificarle no ha sido una tarea fácil, porque actuaba a cualquier hora del día y en cualquier punto de la ciudad. Algunos vecinos informaron a la policía, erróneamente, de que detrás de la quema de contenedores había un grupo de jóvenes, explicó ayer a este diario el jefe de la comisaría de Mataró, Felip García. Pero no era así. Desde el pasado verano, el detenido había multiplicado sus acciones. El motivo es que se había quedado en el paro y disponía "de más tiempo libre" para satisfacer su piromanía. Ante la policía, reconoció los hechos y los atribuyó a una "venganza" tras haber recibido una multa de tráfico, aunque los investigadores sospechan que no era consciente de sus actos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de noviembre de 2008