Un momento de la reconstrucción de los pilares en el trascoro de la catedral de Sevilla / CRISTINA QUICLER
Operación quirúrgica en el templo
"Fagamos una obra tal e tan grande que los que la vieren acabada nos tomen por locos". Así lo proclamaron en la Edad Media las personas que decidieron construir la catedral de Sevilla. Si creían al pie de la letra lo que decían, lo cierto es que equipararon la demencia con la maravilla, la pérdida de la razón con el estallido de la belleza.