La mayoría de asambleas de alumnos suspendieron ayer las acampadas que, desde hace un mes, llevaban a cabo en facultades de la Universitat de València para protestar contra el proceso de Bolonia. Acataban así las instrucciones dadas por el rectorado para garantizar la igualdad ante la campaña de las elecciones que se celebrarán el jueves, dado que buena parte de las asambleas concurren a las votaciones. El sindicato Campus Jove denunció el viernes que los encierros impedían a los estudiantes "ser informados y ejercer libremente el derecho a voto". Las acampadas siguen en las facultades donde las asambleas no se presentan a las elecciones.
La calma está, sin embargo, lejos de llegar. Las asambleas y la dirección de la universidad cruzaron versiones sobre la limpieza de los enseres de los alumnos durante el fin de semana; sobre la entrada de la policía en la Facultad de Historia la madrugada del lunes, y sobre la desaparición de firmas recogidas en contra del proceso de Bolonia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de noviembre de 2008