La rebaja de impuestos y cotizaciones sociales para reanimar el consumo y salvar empleos son dos de las medidas más relevantes del plan de estímulo económico de la UE para afrontar la crisis. El plan, que será presentado hoy por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, tendrá un ámbito de aplicación de dos años y combina la coordinación de los planes de salvación de cada Estado miembro con medidas específicas de la Comisión.
La UE quiere evitar que el descalabro financiero, que ya está provocando una profunda crisis económica, acabe convirtiéndose en una crisis social, con fuertes pérdidas de empleo. La última versión del documento del plan no contiene cifras sobre el volumen total de fondos empleados, pero se espera que como mínimo sea equivalente al 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión, que asciende a unos 130.000 millones de euros.
La rebaja de impuestos se refiere especialmente al IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) y a otros impuestos ligados al empleo. El Reino Unido ya se ha anticipado con un recorte de 2,5 puntos del IVA para animar el consumo, mientras que Francia y Alemania han rechazado seguir por esta senda. El presidente francés está elaborando un ambicioso plan que presentará en 10 días dedicado a salvar la industria del automóvil y reforzar el sector de la construcción. José Luis Rodríguez Zapatero presentará mañana el plan de España. La Comisión propondrá una reforma rápida de los reglamentos de los fondos estructurales y de cohesión para aumentar los anticipos y la cuantía de los mismos, y acelerar los mecanismos de pagos a los proyectos presentados o en marcha.
Los técnicos comunitarios son conscientes de que este aumento del gasto público supondrá que muchos países rebasen el límite máximo del 3% que prevé el pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Bruselas asegura que toda la estrategia del plan de recuperación económica deberá hacerse dentro de las reglas del pacto, que prevén un margen de flexibilidad para situaciones excepcionales. En la situación actual esto se traducirá en mantener la tolerancia a los desvíos de déficit durante dos años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de noviembre de 2008