Si la política exterior española se ha plasmado tradicionalmente en un decálogo, la política de defensa tiene ya un abecedario completo. La Directiva de Defensa Nacional 1/2008, que el 15 de diciembre será debatida por el Consejo de Defensa Nacional presidido por el Rey, y que ayer presentó la ministra Carme Chacón en el Congreso, incluye 28 directrices, una por cada letra del alfabeto, incluida la "ñ". Éstas son las principales:
- Colaborar en la Elaboración de la Estrategia de Seguridad Nacional.
- Contribuir a la modernización y actualización del Sistema Nacional de Gestión de Crisis.
- Intensificar la participación de las Fuerzas Armadas en apoyo a otras instituciones del Estado en la lucha contra los nuevos riesgos y amenazas.
- Promover la plena integración de la Unidad Militar de Emergencias en el sistema nacional de Protección Civil. [El Supremo acaba de anular el protocolo de actuación de la UME a iniciativa del Gobierno vasco].
- Impulsar las capacidades de los órganos nacionales de inteligencia, coordinando sus actividades y fomentando la cooperación con agencias extranjeras.
- Mantener un esfuerzo presupuestario continuado y suficiente para proporcionar a las Fuerzas Armadas un escenario económico estable a medio y largo plazo que permita completar su proceso de transformación.
- Regulación de las misiones militares de la Guardia Civil.
- Prestar una aportación sustantiva a las operaciones de paz o ayuda humanitaria de la ONU.
- Impulsar la Política Europea de Seguridad y Defensa.
- Apoyar el proceso de transformación de la OTAN.
- Potenciar una relación sólida y equilibrada con EE UU.
- Esfuerzo por lograr un marco de seguridad para la agenda de desarrollo en Afganistán.
- Asunción solidaria con nuestros aliados de los compromisos con la seguridad común.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de noviembre de 2008