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La pendiente soñada y perdida

Àlex Marquina tiene 70 años y lleva viviendo 45 en Lesseps. Este vecino, muy afectado por el resultado final, se conoce el lugar al dedillo y, como un guía, señala todas las deficiencias que ha visto mil veces desde su balcón y dando vueltas a las eternas obras. Ahora se siente engañado porque, tras implicarse en el proceso de participación, ve que la plaza es un mundo opuesto al prometido. Y entre muchas cosas, hay algo que le llega al alma. "No han respetado su pendiente natural. Si son capaces de que el AVE pase junto a la Sagrada Familia, podían haber rebajado el túnel de Mitre", exclama. El resultado es una absurda plaza barriguda desde cuyo lado sur se ve sólo la mitad del elegante edificio de la biblioteca del lado opuesto. "Viaplana dice que dentro de 10 años los árboles darán suficiente verde. Pero es posible que yo, por mi edad, ya no lo vea. ¿Tanto esperar para esto?", se pregunta Marquina ante un desenlace inesperado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de noviembre de 2008