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El sector citrícola se hunde afectado por la crisis y la sobreproducción

Los productores plantean en Intercitrus un paro general de la campaña

El citricultor apenas recibe un 10% del precio que los consumidores pagan por el kilo de fruta. La crisis, la sobreproducción, con mucha fruta de bajo calibre, y las condiciones draconianas que imponen las grandes centrales de compra amenazan con hundir la actual campaña citrícola. Las alarmas han saltado en las últimas semanas en este sector agrario, que exige a tanto a la Generalitat como al Ministerio de Agricultura medidas para retirar fruta del mercado y conseguir una recuperación de los precios.

Las cooperativas se quejan de la contracción del consumo y de que el agricultor no cubre sus costes con estos precios de ruina, y ya amenazan con paralizar la recolección y la confección, arrastrando tras de sí más de 67.000 empleos.

El plan de retirada de fruta del Consell es insuficiente, según la Unió

En Intercitrus, el vicepresidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Celestino Recatalá, explicó a la salida de la reunión de ayer que sobre la mesa quedó la propuesta del sector productor de paro general de la campaña ya que, aseguró, "se está trabajando sobre pérdidas". "No estamos ganando nadie dinero", subrayó Recatalá, quien añadió que la situación está motivada en gran parte por "los precios que impone la gran distribución y que hará que se destroce la campaña".

La consejera de Agricultura, Maritina Hernánez, ya anunció hace siete días un paquete de iniciativas para evitar el hundimiento de la campaña y ayer, en los pasillos de las Cortes Valencianas, volvió a reiterarlas. Este departamento de la Generalitat acometerá un plan de compra de clementinas a los comercios privados y cooperativas para reducir la inflación de fruta en los mercados.

La Unió de Llauradors i Ramaders calcula que la compra se realizará a 0,25 euros por kilo (IVA incluido), de los que 0,14 euros son para el agricultor y 0,11 para compensar al comercio y las cooperativas por los gastos de recolección, transporte y calibrado de la fruta. Según los cálculos facilitados por esta organización agraria, está previsto que se retiren del mercado en fresco -para su conversión en zumo- unas 2.800 toneladas de cítricos, es decir, el 0,30% de las variedades de clementinas susceptibles de ser compradas ahora. "La efectividad del plan de consejería va a ser prácticamente nula porque llega tarde y es insuficiente para un mercado totalmente hundido", dijeron. La Unió de Llauradors ha convocado para el lunes 1 de diciembre una protesta ante la Consejería de Agricultura.

En las Cortes, los socialistas pidieron al Consell que adopte medidas más serias para evitar que esta campaña sea "la quinta peor de la historia". Antoni Lozano, diputado socialista, criticó la actitud de la consejera y culpó de la situación a una mala planificación. "Los 10 millones de plantones de clementinas que se plantaron en el año 2000 han comenzado a producir siete años después y por eso ahora hay una montaña de clementinas", diagnosticó Lozano.

La consejera Maritina Hernánez se mostró confiada en que las compras se animen estas navidades. En cualquier caso, subrayó que la comisión de seguimiento se reunirá el martes para evaluar "si se sigue o se reorienta la campaña de consumo de zumo".

El sector citrícola en 'shock'

- Margen comercial "desmesurado". El precio de los cítricos se eleva un 911% de media desde que salen del campo hasta que llegan al consumidor. Los márgenes son un 967% para el limón, un 917% para la naranja y un 840% para la mandarina.

- Producción citrícola. La producción de 2008-09 asciende a 6,5 millones de toneladas.

- Caída de los precios. Las últimas cotizaciones se encuentran en torno a 12 céntimos de euros por kilo de clementinas y 14 céntimos para naranjas de consumo en fresco. Los precios son un 63% y un 52% inferiores a los que había en las mismas fechas del año pasado.

- Plan de choque del Consell. Retirada de fruta de bajo calibre del mercado en fresco. La compra se realiza a 25 céntimos el kilo, de los que 14 son para el agricultor y 11 céntimos por kilo para compensar al comercio o cooperativa por los gastos de recolección, transporte y calibrado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de noviembre de 2008

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