La Asociación pola Defensa da Ría (APDR), junto a los patrones mayores de las cofradías de Pontevedra, Raxó y Lourizán, presentaron ayer un paquete de alegaciones al estudio de impacto ambiental de un nuevo relleno de 24.000 metros cuadrados proyectado por la Autoridad Portuaria de Marín y Pontevedra.
Según Benito Andrade, de la APDR, la estructura "entraría 80 metros en el mar y tendría 300 metros de ancho", modificando la hidrodinámica de la ría y favoreciendo la aparición de sedimentos. Además, con la ejecución de dragados para aumentar el calado y permitir el paso de buques, "se ganará hasta tres metros en profundidad".
María del Carmen Vázquez, patrona mayor de San Andrés de Lourizán, alertó de la formación de zonas fangosas que afectan a la producción de los bancos marisqueros, en especial a la almeja fina y babosa de Lourizán. La acumulación de algas es otro problema derivado de la ampliación del puerto, ya que el mar no las arrastra como antes y están "emponzoñadas".
Ese recorte en la producción, aunque sin cifras, se palpa en la disminución de trabajadoras en la zona. "Ahora son 499 mariscadoras a pie", detalla Miguel Anxo Pazos, del pósito San Telmo de Pontevedra, y en 2000 "eran más de 800". "El puerto de Marín nos quiere hacer un expediente de regulación de empleo a los mariscadores de Pontevedra", denuncia.
Aunque confiesan que el nuevo relleno no es el mayor realizado, ponen de manifiesto que todo suma y que donde antes capturaban marisco ahora se forman lenguas de arena y fondos de lodo que terminarán por afectar al marisqueo a flote.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de noviembre de 2008