A Lorenzo Hernández le comían los demonios anoche. Tuvo una vuelta a casa demasiado larga. La línea C-3 (Aranjuez-Atocha-Chamartín) sufrió retrasos durante tres horas, entre las seis y las nueve de la noche. El motivo fue una rotura en la catenaria provocada por "un acto vandálico", según una portavoz de Renfe, que explicó que alguien arrojó "un objeto" al tendido eléctrico. Hernández, restaurador de 50 años, asegura que pasó "más de dos horas a la intemperie" con otras decenas de personas en la estación de Ciempozuelos mientras esperaba su tren a Madrid.
La portavoz de Renfe sostuvo que los retrasos máximos entre tren y tren fueron de media hora, porque tuvieron que alternarse en una sola vía. Hubo un corte "de 20 minutos" de la circulación, según Renfe, "porque algunos viajeros se negaban a transbordar" a otro tren. La incidencia también afectó a los recorridos de larga distancia Valencia-Albacete-Madrid, con retrasos de hasta una hora.
Renfe no facilitó una estimación del número de afectados. Unas 150.000 personas utilizan la línea C-3 cada día. Viajeros como Lorenzo Hernández, que ayer, ya en casa, no dejaba de repetir "es lamentable" mientras intentaba poner una reclamación telefónica y escribía a mano la carta de protesta que hoy quiere entregar en el Ministerio de Fomento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de noviembre de 2008