Sólo por haber escrito Posesión (1990), ese híbrido fascinante de novela, ensayo, historia victoriana, poesía, epistolaridad y crítica literaria con el que ganó el Booker, A. S. Byatt (1935) ya se ganó un lugar de privilegio en el parnaso contemporáneo. Ahora se publica en España La virgen en el jardín (1978), una de sus novelas más aclamadas y la primera de una tetralogía de sátira social consagrada a los Potter, familia de Yorkshire, que se conoce como El cuarteto de Frederica y que se completa con Naturaleza muerta (1985), La torre de Babel (1996) y la magnífica La mujer que silba (2002). Situada en la Inglaterra de mediados del XX, La virgen en el jardín recorre los entresijos de la acaudalada familia Potter desde un naturalismo a la manera decimonónica pero coqueteando, à la mode de George Eliot o Robert Browning y como es habitual en la autora de Ángeles e insectos (1992), con la fantasía, la teoría de la literatura y la lingüística, muchas veces en forma de reflexiones metatextuales acerca del propio lenguaje empleado en la construcción de la novela, y otras disciplinas en este caso de forma especial, el arte, la literatura, las cualidades de la condición humana y otras veleidades intelectuales que tiñen las relaciones entre los miembros de la excéntrica familia Potter, con Frederica al frente emulando, con su idiosincrasia ambigua y rebelde y su talante liberal de femme de lettres, ese feminismo rabioso y esa subversión moral que habitan en Mujeres enamoradas y otras obras de D. H. Lawrence, y a la vez recreando ante el lector, con una cómplice ironía posmoderna, el laberíntico universo de la novela romántica. Muy estimulante, agnóstica, marisabidilla y embebida de alusiones a una tradición literaria con la que Byatt siempre ha practicado el malabarismo, enfrentando una vez más la fuerza de la razón y el intelecto a la de la pasión. -
La virgen en el jardín
A. S. Byatt
Traducción de Susana Rodríguez-Vida
Alfaguara. Madrid, 2008
643 páginas. 22,50 euros
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de noviembre de 2008