El Espanyol es un club de contrastes. Especialista en sacar tajada del desorden y el conflicto, el club ha trampeado en la Liga durante la última década al tiempo que ha obtenido dos Copas (2000 y 2006), la mitad de sus títulos en toda su historia. Escapados por la puerta de atrás y sin levantar la voz, Miguel Ángel Lotina (Deportivo) y Ernesto Valverde (Olympiakos) pidieron marcharse del club, por mucho que desde los despachos se camuflara como una salida pactada y se negaran discrepancias con el vestuario. Ahora se ha despedido al técnico Tintín Márquez, que ha sumado cuatro derrotas consecutivas y ha dejado al equipo a un punto del descenso. Llega José Manuel Esnal, Mané, trotamundos de la Liga (Lleida, Mallorca, Levante, Alavés y Athletic).
Desde que Sánchez Llibre se hiciera cargo del club hace 12 años, han desfilado un total de 12 técnicos: Camacho, Bielsa, Brindisi, Flores, Juande Ramos, Moyà, Clemente, Luis Fernández, Lotina, Valverde, Márquez y Mané. También han pasado seis directores deportivos y todos han lamentado los problemas económicos de la entidad. La deuda neta del Espanyol ronda los 80 millones de euros. Con un gasto estimado de 64 millones por la construcción del nuevo estadio -se entregan las llaves el 9 de enero pero se inaugurará en primavera-, las arcas del club se resienten, por más que se pidiera un crédito sindicado y se doblara el capital. El presidente se rascó el bolsillo para fichar a Zabaleta, Costa, Pandiani o Luis García. Y en este ejercicio, el club no pudo hacer incorporaciones de nivel (Finnan y Nené) hasta que se consumó el traspaso de Riera al Liverpool.
Con Márquez el equipo ha carecido de pegada. Ha marcado 10 goles (registro sólo empeorado por los dos colistas), y es el que menos remates ha realizado (91). "Tintín era muy íntegro y excepcional", le alabó Luis García. Llega Mané.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de diciembre de 2008