El silencio con que se efectuaron los deslindes marítimo-terrestres en los últimos años contrasta con el ruido de los últimos meses, cuando el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino afronta ya la fase final del proyecto. El PP presentó ayer una proposición de ley en la que aboga por que el Estado se haga cargo de las hipotecas de los bienes afectados por la Ley de Costas o compense a los propietarios con un bien de similares características.
De acuerdo con esta ley, los suelos que no fueran considerados urbanos ni tuvieran características equiparables pasan a ser de titularidad estatal cuando se efectúa el deslinde del dominio público marítimo-terrestre, de 100 metros desde la zona de servidumbre. A los propietarios se les reconoce un derecho de concesión por un máximo de 60 años. El PP propone que el Estado asuma las hipotecas de los que hagan uso de este derecho o que, en caso de que no lo ejerzan, se les otorgue un bien de las mismas características que el anterior en el mismo municipio o una indemnización por el precio de mercado de un bien equivalente en el entorno de un radio de dos kilómetros.
A pocos meses de las elecciones, las iniciativas para suavizar los efectos de los deslindes se multiplican. La del PP se debate hoy en el pleno del Parlamento. La Consellería de Política Territorial, mientras, anunció la pasada semana una modificación de la Ley del Suelo de Galicia, con el objetivo de reivindicar el derecho de la comunidad autónoma a decidir qué suelos se pueden equiparar con los urbanizables, en concreto de los núcleos rurales costeros, lo que reduce la zona de protección a 20 metros. El PP tachó esta propuesta de "improvisada y oportunista".
Los populares calificaron de "inmoralidades" algunas de las consecuencias de la Ley de Costas, como la afección de un edificio en Moaña donde vive "gente humildísima", afirmó el diputado del PP Enrique López Veiga. Contrapuso este ejemplo con "alguna villa de vacaciones" en la Illa de Arousa, "con propietarios muy significados".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de diciembre de 2008