Tras escuchar el testimonio de nueve representantes de las comunidades de gallegos en el exterior, la comisión parlamentaria que estudia la situación de los emigrantes ha emitido un dictamen, aprobado con los votos de PP, PSOE y BNG, en el que reclama que se amplíen con urgencia las prestaciones sociales y sanitarias de aquellos que un día abandonaron Galicia con la esperanza de prosperar. Esta extensión de los servicios es "urgente," ya que, señalan los parlamentarios, en el caso de algunas personas la "demora" puede significar "llegar tarde". Los tres partidos reclaman además medidas de apoyo a las víctimas gallegas de las dictaduras suramericanas, así como ayudas para la búsqueda de los desaparecidos "por cualquier motivo ideológico" y el "enjuiciamiento de sus responsables".
Según relataron ante los diputados emigrantes llegados de Argentina, Uruguay, Venezuela, Brasil y Alemania, la mayor parte de los residentes en el exterior son personas muy envejecidas y con apuros económicos en países donde el Estado no garantiza sanidad gratuita. En el caso del Centro Gallego de Buenos Aires, el 80% de los socios son mayores de 75 años y 2 de cada 10 no pueden siquiera hacer frente a las cuotas para ser atendidos en el hospital del centro. En Uruguay, los emigrantes reciben pensiones de jubilación de unos 100 euros que no les llegan para pagarse un médico. Los testimonios recogidos por la comisión del Parlamento revelan que las situaciones de necesidad no se circunscriben a Suramérica. En Alemania, los emigrantes reciben subsidios "muy bajos". Los diputados demandan "fórmulas de seguimiento del gasto" para asegurar que se invierte bien.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de diciembre de 2008