Dos de los tres aviones enviados por el Gobierno español para repatriar a los nacionales atrapados por las protestas en Bangkok despegaron ayer desde una base militar ubicada a 140 kilómetros de la capital tailandesa. Casi 200 turistas embarcaron en esos dos vuelos y está previsto que otros 300 lo hagan hoy en el tercero de los aparatos fletados.
Mientras tanto, los manifestantes reforzaron sus posiciones en el aeropuerto internacional y el de vuelos domésticos de Bangkok. Grupos de opositores de la Alianza del Pueblo para la Democracia de Tailandia, que ocupan desde hace semanas las afueras de las oficinas del primer ministro, Somchai Wongsawat, en la capital, se dirigieron hacia los aeródromos para aumentar la presión sobre el Gobierno.
La explosión de una granada cerca de la sede del Gobierno durante el pasado fin de semana, que causó un muerto y decenas de heridos, exacerbó la protesta social. La policía ha conminado a los manifestantes que abandonen las instalaciones aeroportuarias.
Los manifestantes permitieron ayer que 88 aviones dejaran -sin pasajeros- el aeródromo. Esto permitirá a varias compañías llevar sus aparatos hacia otros aeropuertos del país, y facilitar las tareas de repatriación de miles de turistas -unos 100.000- afectados por el bloqueo de Bangkok.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de diciembre de 2008