En un momento en que cualquier chispa desataría otro conflicto entre India y Pakistán, el Gobierno de Nueva Delhi ha reclamado a Islamabad la entrega de 20 fugitivos vinculados a acciones terroristas en suelo indio. Entre ellos, Dawood Ibrahim, un jefe del crimen organizado y supuesto cerebro de los atentados que en 1993 costaron la vida a 250 personas en Bombay. Pakistán no ha respondido directamente, pero se ha ofrecido a poner en marcha una "investigación conjunta". El Ejecutivo indio, con elecciones a la vista, exige de Pakistán más que buenas intenciones.
Editorial en la página 30
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2008